Llegó la hora de cultivar algas

En revista Agua 209, se publicó el reportaje realizado por el equipo de AquaPacífico sobre la importancia de impulsar el cultivo de algas, por sobre la extracción desde las praderas naturales. Aquí un extracto del artículo, que incluye las herramientas de nuestro centro acuícola para apoyar el desarrollo de cultivos y de innovación en el uso de algas.

  • Artículo completo en https://issuu.com/revistamch/docs/aqua_209

Mientras gran parte del mundo va hacia el cultivo masivo de algas, disminuyendo progresivamente la extracción, en Chile seguimos viendo noticias que hablan de “barreteo” (sacar las algas desde su base), praderas submarinas empobrecidas y pescadores artesanales que cambiaron las redes por trajes de buceo para dedicarse a la extracción de algas.

Vamos en sentido contrario. De acuerdo con información de la FAO, en el año 2010, China obtuvo 250 mil toneladas de algas de la extracción y cerca de 7 millones de toneladas del cultivo. En Chile, ese mismo año, la extracción fue de 360 mil toneladas, en tanto el cultivo llegó sólo a las 12 mil toneladas.

Desde 2013, en Chile ha ido disminuyendo la extracción, pero esto no se ha visto compensado por un incremento en el cultivo, lo que se traduce en una baja de la oferta total de algas, con las consecutivas dificultades en el abastecimiento de las industrias que dependen de esta materia prima.

Si bien el cultivo de algas es una práctica que se realiza en Chile desde los años 70, está casi totalmente concentrada en el pelillo (Gracilaria chilensis), que se cultiva principalmente en la X Región.

Oportunidades en áreas de manejo

Subpesca, al presentar el programa de bonificación para el repoblamiento y cultivo de algas año 2017, destacó que “la gran extensión de literal chileno otorga una importante oportunidad para desarrollar iniciativas de repoblamiento y/o cultivo de algas, tanto para pescadores artesanales como para pequeños acuicultores, diversificando el ingreso de los pescadores que participan de un Área de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos (AMERB) o que poseen una concesión de acuicultura, lo que trae como consecuencia reducir el esfuerzo pesquero sobre las praderas naturales, contribuyendo a su recuperación”.

Esto, como indicamos, cobra especial énfasis en las regiones donde AquaPacífico está desplegando su trabajo. Además de las concesiones, hay 40 AMERB en la III Región, 81 en la IV y 43 en la V, donde el cultivo de algas puede representar una alternativa de diversificación productiva, ante la baja de la pesca.

Como vemos, el potencial es enorme, dadas las superficies disponibles, los requerimientos de las industrias vigentes y las nuevas opciones de desarrollo que puedan surgir a partir de un mayor conocimiento de las abundantes especies de algas presentes en la costa nacional. “A nivel mundial, lo que más ganancias genera es la utilización de las macroalgas como ingredientes activos para el sector farmacéutico y cosmetológico, y Chile, teniendo una costa muy rica en macroalgas, aún no desarrolla ningún ingrediente activo. Tenemos gran potencial, pero carecemos de competencias para saberlo utilizar y seguimos trabajando sin grandes inversiones que nos permitan despegar de lo que conocemos”, señala Carolina Oliú, Coordinadora de Trasferencia y Negocios de AquaPacífico, quien además anuncia el próximo desafío para derribar una de las barreras para que el cultivo de macroalgas pueda escalar: desarrollar e implementar un protocolo de cultivo de plántulas de Macrocystis sp que permita una producción constante. También se están dirigiendo esfuerzos al cultivo de la Chicoria de mar (Chondracanthus chamissoi) para consumo humano, por sus beneficios nutricionales y propiedades gastronómicas.