Es imprescindible, con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la ciencia que se celebra cada 11 de febrero, reconocer y visibilizar el gran papel y trabajo que han realizado las mujeres históricamente, desarrollándose como agentes de cambio en las distancias de género existentes en las diversas áreas y disciplinas de la ciencia.

Hoy, su participación en estos espacios o plazas de trabajo aún sigue siendo reducido en número, pues se calcula que de cada tres personas que se dedican al mundo de la investigación e ingeniería, sólo una es mujer. Las obstáculos estructurales y sociales siguen siendo un impedimento para que mujeres y niñas puedan entrar y avanzar en las disciplinas científicas.

A lo anterior se suma la pandemia por COVID-19, que ha incrementado aún más las desigualdades entre los géneros, debido a circunstancias que van desde el cierre de las escuelas hasta una mayor incidencia de la violencia y el aumento del trabajo de cuidados que realizan las mujeres en el hogar.

Bajo este escenario resulta de suma importancia entender que las mujeres y las niñas constituyen la mitad de la población mundial y, por consiguiente, son la mitad de su potencial. La igualdad de género, además de ser un derecho humano fundamental, es necesaria para lograr sociedades equitativas, con pleno potencial humano y desarrollo sostenible.

Justamente con la idea de reconocer y relevar el papel que desempeñan las mujeres dentro de la comunidad científica y tecnológica, así como promover el acceso y su participación plena y equitativa, la Asamblea General declaró el 11 de febrero como el Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia.

Dentro de las medidas que esbozan para contribuir a disminuir las brechas existentes están: el aplicar políticas que llenen las aulas de niñas que estudien tecnología, física, ingeniería y matemáticas; adoptar medidas cuyo principal objetivo sea que las mujeres tengan oportunidades de desarrollo profesional y liderazgo en los laboratorios, las instituciones de investigación y las universidades; terminar con la discriminación y los estereotipos sobre las mujeres en las disciplinas científicas, entre otras.

Cabe destacar además que este 2022 la 7ª Asamblea del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia centró el tema en: «Equidad, Diversidad e Inclusión: El agua nos une». Poniendo especial atención en el reconocimiento del papel de las mujeres y las niñas en la ciencia, no sólo como beneficiarias, sino también como agentes de cambio, para contribuir a acelerar el progreso hacia la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS).

Como equipo AquaPacífico queremos relevar particularmente el importante trabajo realizado por nuestra investigadora, la Dra. Claudia Cárcamo, quien, con una vasta experiencia, ha contribuido al desarrollo científico desde el estudio genético de especies marinas y su conservación.

Pensamos que es menester y prioritario, con los vientos de cambios y progresos de la sociedad actual, poner en marcha políticas y medidas que conduzcan a la eliminación, de una vez por todas, de las brechas.

Fernando Jiménez de Cea Cano

Director ejecutivo del centro de innovación acuícola AquaPacífico.